Chamartín acoge el acto de homenaje a Miguel Ángel Blanco por el XXI aniversario de su secuestro y asesinato

La Fundación Miguel Ángel Blanco reivindica el legado de Miguel Ángel Blanco como un símbolo de libertad y de la barbarie terrorista en un acto celebrado en el Jardín de Miguel Ángel Blanco de Madrid enmarcado en la campaña Miguel Ángel Blanco, Nuestra Memoria, por el XXI aniversario del secuestro y asesinato del concejal del PP de Ermua. “No pudimos salvar la vida de mi hermano, pero salvamos nuestra dignidad como ciudadanos y la libertad como país”, ha declarado Mari Mar Blanco, presidenta de la Fundación Miguel Ángel Blanco, en referencia a la respuesta política y social que hubo aquellos días de julio de 1997 en que ETA secuestró y asesinó a Miguel Ángel Blanco.

La FMAB remarca que el asesinato de Miguel Ángel Blanco supuso un antes y un después en la lucha democrática por la derrota del terrorismo:  seis millones de personas se manifestaron por toda España para reivindicar que el terrorismo de ETA amenazaba no solo la paz, sino también la libertad.  La Fundación destaca que aquellos días de julio de 1997 ETA se sintió acorralada y el sector democrático de la sociedad demostró unidad, firmeza, distanciamiento de todos aquellos que comprenden o relativizan el terrorismo y compromiso social. Los ciudadanos se identificaron con las víctimas del terrorismo y su inocencia triunfó frente a la culpabilidad de los verdugos.  El Espíritu de Ermua fue una de las mayores conquistas sociales de nuestra historia reciente.

 

Por otra parte, Mari Mar Blanco ha recordado que, aunque ETA fue derrotada por la democracia y gracias al trabajo y sacrificio de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, la banda terrorista sigue teniendo apoyo social y político en el País Vasco y en Navarra. “Para construir Memoria sobre las víctimas del terrorismo, es necesario hacerlo reivindicando los principios y los derechos que ETA ha violado sistemáticamente: el derecho a la vida, a la libertad, a la pluralidad política, al Estado de Derecho y a la democracia constitucional”, ha afirmado la hermana de Miguel Ángel Blanco. “Las víctimas del terrorismo somos víctimas políticas independientemente de nuestras diferencias ideológicas porque ETA nos hizo representantes de lo que siempre ha sido su principal enemigo: España, a la que siempre ha querido derrotar para imponer su proyecto totalitario”.

 

Asimismo, la presidenta de la Fundación Miguel Ángel Blanco ha remarcado que no cabe “hacer concesiones a los terroristas” puesto que “la trayectoria criminal de ETA es responsabilidad únicamente de la banda terrorista y esta se ha disuelto sin condenarla”. Ha denunciado los homenajes sistemáticos que se producen en el País Vasco y en Navarra a los terroristas de ETA, destacando que “no se está respondiendo con la firmeza democrática que se debería en defensa del derecho a las víctimas a no ser humilladas”.

 

Por su parte, Ángel Garrido, presidente de la Comunidad de Madrid, ha incidido en que el Gobierno de la Comunidad de Madrid se “compromete a apoyar incondicionalmente a las víctimas de ETA y a no mirar para otro lado cuando veamos peligrar sus derechos”. “Si en aquellos días de julio nos negamos al chantaje de los terroristas, hoy debemos negarnos también a quebrar el Espíritu de Ermua. No vamos a permitir que se hagan concesiones a los terroristas por haber dejado de matar”, ha sentenciado el presidente de la Comunidad de Madrid.

 

En una fecha tan señalada como el XXI aniversario del secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco, la Fundación reivindica a Miguel Ángel Blanco como un símbolo de la inocencia de la víctima. Encarna la injusticia cometida por el terrorismo contra todas las víctimas del terrorismo, anteriores y posteriores. Miguel Ángel Blanco nos exige fortaleza democrática para poder cerrar cincuenta años de terrorismo dignamente.

Discurso de Mari Mar Blanco

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